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“Seaspiracy”: Cambiar nuestro modelo de consumo, para proteger a los océanos
“Seaspiracy”: Cambiar nuestro modelo de consumo, para proteger a los océanos
El nuevo documental de Netflix, "Seaspiracy: la pesca insostenible" está dirigido por Ali y Lucy Tabrizi, y se centra en investigar el impacto de la sobrepesca en el mundo, así como los efectos de los desechos plásticos marinos. Argumenta que la pesca comercial es el principal impulsor de la degradación y destrucción de los ecosistemas marinos que son el resultado de cientos de millones de años de evolución.
"La tasa de destrucción en nuestros océanos está superando nuestro conocimiento de sus maravillas", ha indicado Lucy en un comunicado compartido en Instagram. "Es crucial que participemos en esta conversación urgente para proteger el hábitat más increíble de la tierra antes de que sea demasiado tarde ... Y esta película provocará eso".
Porque los océanos, que muchos ven como un espacio repleto de vida y especies poco conocidas, bajo la óptica de Tabrizi, están seriamente sobrexplotados por la industria pesquera sin que nadie tome medidas concretas para evitarlo. Y no solo denuncia el daño que hace el ser humano al entorno marino con la pesca irresponsable, sino que también habla de la corrupción y la esclavitud moderna dentro de la industria pesquera.

“Seaspiracy: La pesca insostenible” muestra datos y denuncia que en los últimos 30 o 40 años, un 70% de la vida marina está desapareciendo a causa de la industria pesquera. Visibiliza la captura accesoria, la pesca de otras especies cuando se intenta capturar pescado.
Y se aportan cifras: 50 millones de tiburones son víctimas de esta práctica, lo mismo ocurre con 10.000 delfines cada año en la costa atlántica francesa, datos que no contemplan a los animales capturados por la pesca ilegal.
También se atribuye a la pesca comercial la verdadera causa de la degradación de la vida marina al lanzar cada año a los mares más de 640.000 toneladas de redes, trampas y otros equipos de pesca contaminantes de plástico, un 46% de basura plástica en la zona norte del océano Pacífico. Tabrizi además indica que las certificaciones de pesca sostenible como las de Dolphin Safe o el Marine Stewardship Council no siempre son lo que parecen y no se puede ofrecer a los consumidores la seguridad que desean porque nadie sabe lo que hace un barco cuando está en alta mar. La denuncia se amplía a las prácticas irregulares y a la captura del camarón escarlata en Tailanda con mano de obra esclava.
Pero el documental no solo quiere informar. Tiene un alcance más amplio y espera iniciar un movimiento. Por este motivo han creado un sitio web: seaspiracy.org. en el que se puede encontrar más información, así como el desarrollo de acciones concretas para proteger mejor a los océanos. Entre ellas, el cambiar nuestro modelo de consumo para salvar los océanos.
La solución: fuentes alternativas de proteínas
Una de las soluciones para proteger a los océanos es buscar nuevas fuentes alternativas de proteínas en la alimentación, una situación que también se extiende en la alimentación animal.
Según datos de la FAO, la sobrepesca ha agotado al 90% de la población mundial de peces, haciendo insostenible el actual sistema de producción de la acuicultura, basado principalmente en piensos basados en harina de pescado. Por lo tanto, es esencial obtener alternativas que no compitan con otros recursos naturales para el ser humano y que tampoco perjudiquen el crecimiento y las ventajas nutritivas de los peces.
Una de las alternativas que está en el punto de mira son los insectos. Su uso como nuevo ingrediente para los piensos no puede ser ignorado. Ni tampoco los beneficios, ya que son mucho más sostenibles, su producción requiere menos recursos (tierra, agua, fertilizantes), tienen un alto contenido en proteínas y un perfil de aminoácidos similar a la harina de pescado. Conscientes de esta nueva realidad, desde julio de 2017, la legislación de la UE permite que los animales de la acuicultura puedan ser alimentados con proteína animal procesada de insectos.
Seaspiracy: cambiar nuestro modelo de consumo para proteger a los océanos. Fuentes: Netflix