
Los gusanos de la harina pueden transformar el plástico en fertilizante
3 marzo, 2021Los gusanos de la harina pueden transformar el plástico en fertilizante y serían un elemento clave para solucionar los principales problemas mundiales de contaminación.
Así se desprende de la investigación realizada en la Universidad de Stanford, California, y publicada en la revista Environmental Science and Technology, en la que se descubrió que las larvas de los gusanos de la harina (tenebrio molitor) pueden sobrevivir con una dieta de plástico, específicamente de polietileno, y digerirla en desechos biodegradables.
Con su estudio, los investigadores confirmaron que es la bacteria en el intestino del gusano la que puede convertir el plástico, y aunque la bacteria podría hacer el trabajo por sí sola, los gusanos de la harina son capaces de masticar y comer polietileno, por lo tanto, realizan el proceso de descomposición mucho más rápido. En la investigación, los gusanos se alimentaron con espuma de polietileno durante más de un mes y cada uno de ellos comió una porción de plástico del tamaño de una pastilla por día.
Casi la mitad del plástico digerido se convirtió en dióxido de carbono, mientras que el resto se excretó en un producto de desecho biodegradable. Precisamente este excremento puede usarse, actualmente, como fertilizante, lo que significa que se puede disponer de una técnica global de reciclaje revolucionaria, que convierte una gran fuente de contaminación en un abono que se puede aplicar de forma segura en el suelo y en los cultivos. Un resultado que pone de manifiesto que los gusanos de la harina pueden transformar el plástico en fertilizante.
Además, y gracias a la investigación, se comprobó que los gusanos de la harina que comen plástico son tan saludables como aquellos que hacen una dieta normal.

El polietileno es el plástico más utilizado en el mundo. Aproximadamente se producen 80 millones de toneladas cada año, y se utiliza para fabricar productos, desde bolsas de supermercado, hasta juguetes para niños. Se considera una pesadilla ambiental, ya que contamina la tierra y el mar, e incluso en los vertederos, el plástico puede tardar entre 500 y 1.000 años en descomponerse.
En este sentido, el profesor Wei-Min Wu, coautor del estudio e ingeniero de investigación sénior en la Universidad de Stanford declaró que los hallazgos descubiertos en relación al gusano de la harina abren una nueva puerta para resolver el problema global de la contaminación plástica.
Existe la esperanza de que el descubrimiento de esta cepa de bacterias en el intestino del gusano de la harina pueda conducir a mayores beneficios para el medio ambiente. De hecho los investigadores planean estudiar si los gusanos de la harina pueden ayudar a reducir otros derivados de forma segura. También esperan encontrar criaturas marinas con las mismas habilidades de masticación de plástico para que, la tierra como el mar, puedan limpiarse definitivamente de este contaminante.