
Los gusanos de la harina pueden ayudar a reciclar el plástico y serían un elemento clave para solucionar los principales problemas mundiales de contaminación. Así se desprende de la reciente investigación realizada en la Universidad de Stanford, en California, dónde se ha descubierto que las larvas de los gusanos pueden sobrevivir con una dieta de plástico, específicamente de polietileno, y digerirla en desechos biodegradables.
Con su estudio, los investigadores han descubierto que es la bacteria en el intestino del gusano de la harina la que puede convertir el plástico, y aunque la bacteria podría hacer el trabajo por sí sola, los gusanos de la harina son capaces de masticar y comer polietileno, por lo tanto, realizan el proceso de descomposición mucho más rápido. En la investigación, los gusanos de la harina se han alimentado con espuma de polietileno durante más de un mes y cada uno ha comido una porción de plástico del tamaño de una pastilla por día.
Casi la mitad del plástico digerido se ha convertido en dióxido de carbono, mientras que el resto se ha excretado en un producto de desecho biodegradable. Este excremento podría usarse potencialmente como fertilizante, lo que significa que se podría crear una técnica de reciclaje revolucionaria, que convierte una gran fuente de contaminación en un fertilizante que se puede utilizar de forma segura en el suelo. Además, y gracias a la investigación, se ha comprobado que los gusanos de la harina que comen plástico son tan saludables como aquellos que hacen una dieta normal.

El polietileno es el plástico más utilizado en el mundo. Aproximadamente se producen 80 millones de toneladas cada año en todo el mundo, y se utiliza para fabricar productos, desde bolsas de supermercado, hasta juguetes para niños. Se considera una pesadilla ambiental, ya que contamina la tierra y el mar, e incluso en los vertederos, el plástico puede tardar entre 500 y 1.000 años en descomponerse.
“Nuestros hallazgos han abierto una nueva puerta para resolver el problema global de la contaminación plástica”, ha afirmado el profesor Wei-Min Wu, coautor del estudio e ingeniero de investigación sénior en la Universidad de Stanford.

Existe la esperanza de que el descubrimiento de esta cepa de bacterias en el intestino del gusano de la harina pueda conducir a mayores beneficios para el medio ambiente. De hecho los investigadores planean confirmar si los gusanos de la harina pueden ayudar a reducir el plástico de manera segura y otros derivados. También esperan encontrar criaturas marinas con las mismas habilidades de masticación de plástico para que, la tierra como el mar, puedan limpiarse definitivamente de este contaminante.
Departamento de Comunicación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)